En parte, el disparo ya fue mucho. Ni se imaginan lo que tenía pensado para Figueroa. Tuve que desechar la tortura física ya que de alguna manera volvería demasiado moralmente incorrecto a Galileo, lo cual no quiero (por lo menos no ahora) y la reemplazé por presión verbal a travéz de presión psicológica (como amedrentar con conocimiento de datos, etc). Simplemente un capítulo que me cuesta remontar mucho y una página muy difícil de llevar, la cual boceté una y otra vez, cambié mucho diálogos, cambié muchisimo el escenario, etc. Es por esto que demoré más de lo usual en terminarla.
No sé bien para donde va esto, pero confien en mi que voy a hacer lo que pueda por que este capítulo los deje con gana de más. Y con esto me refiero a que: NO, no termina bien.
SPOILER (antes de leer esto leé la nueva página!):
Por lo pronto les aclaro que Figueroa exagera cuando dice que le dió en su pulmon. Solo lo roza (más tarde se va a aclarar). Esto va para quienes me preguntaron y preguntan "Hey! Pero si le dió en un pulmón no debería estar ya muerto?". Paciencia.
Antes todo el capítulo 3 hasta sus páginas actuales (pueden ver los otros entrando a la Sección Historietas o simplemente Galileo de este blog) para que lo revean o para quienes nunca leyeron a Galileo (bienvenidos sean!) y al final de todo la nueva página. Segundo click y "Ver imagen" para verlo mejor, o simplemente doble click!
Disfruten!
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